twitter
rss

La tarea del educador es dura, aunque luego vengan oportunistas que nos digan que es un chollo , que tenemos tres meses de vacaciones, que solo trabajamos 25 horas semanales, etc... El otro día al salir a la tarde un miembro del equipo directivo (Marta pero es ficticio el nombre) se encontró en la puerta del Instituto a un alumno sentado en el suelo, absolutamente solo, ya que hacía más de media hora que se habían acabado las clases. Como le supo mal y pensó que era su responsabilidad, le preguntó que hacía allí y llamaron a su madre que dijo que ahora venía y que se esperase en la puerta. Y así se hizo. El chico en la puerta, el miembro del equipo directivo (Marta) en su despacho hasta que pasada una hora más, la madre seguía sin venir. Se la vuelve  a llamar y ya no contestaba. Dejó transcurrir un poco más de tiempo por si se había encontrado con algún problema, pero nada. 
Como Marta empezaba a estra preocupada de que igual había pasado algo, además de que ella misma tenía que ir a recoger a su hijo, llamó a la Guardia  Urbana que se personaron en su casa pero tampoco había nadie. 

Cuatro horas después de que se hubieran acabado las clases, o sea 4 horas después de la fantástica madre hubiera tenido que recoger a su retoño, es cuando al final  cogió el móvil pegando una bronca monumental a Marta por meterse donde no la llamaban, y que si el niño tenía que esperar, que esperase que no le pasaba nada. Otra madre que se ha pasado al lado de los INDIGNADOS

Marta lo contaba al día siguiente también INDIGNADA, no por las horas que permaneció de más en el trabajo, ya que ella consideraba que era su obligación, si no por la mala respuesta y por el gesto de actitud irresponsable de una persona que debería cuidar sus actos.

0 comentarios:

Publicar un comentario