Hoy era el último día en que los alumnos iban por el Instituto antes de las obligadas y necesarias vacaciones navideñas. Ha habido "discoteca" donde se ha demostrado la buena inversión que se hizo en el equipo de música pues ha estado "petando" a una barbaridad de decibelios que hacía temblar los vidrios. Los niños encantados, los profes mirando cada cinco minutos los relojes para ver cuando se acababa esta pesadilla. En definitiva, una pérdida de mañana que se podría dedicar a alguna otra actividad más edificante.
Esta es mi última crónica hasta enero en que vuelva con las pilas cargadas.
¡¡Feliz Navidad!!
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