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Hoy me ha pasado una cosa divertida aunque con un transfondo triste. Estaba de guardia de patio y hoy llovía con bastante intensidad. Los alumnos "fumetas" se colocan en un rincón del patio para quedar al margen y poder estar tranquilos y tener unos segundos de anticipación por si se acerca el pesado profe que les hace apagar los cigarrillos. Cuando toca el timbre el camino más corto para incorporarse a dentro del edificio es por la puerta de emergencia que está prohibido su uso para que no sufra más daños. Un alumno la ha abierto y me ha visto (3 metros más o menos) y como sabe que no le iba a dejar pasar la ha cerrado y se ha puesto a correr por donde venía. Yo le he interceptado y simplemente le he recriminado diciéndole que no puede usar esa vía de acceso. Pues lo gracioso es que el chaval ha dicho, con grandes aspavientos y superofendido, que él no había sido, que me había confundido, que le tenía manía (evidentemente ni sé el nombre ni nunca lo he tenido), etc. Yo le he aclarado que no habia ninguna sanción por su acción, si no simplemente que le quería recordar que había ciertas normas. Al final, se ha ido despotricando sobre los profes, que no teniamos ningún derecho en controlar su vida, etc.
Si no fuese por que es divertido el hecho de que alguien sin sacar ningún provecho mienta de esta forma, la verdad es que me causa tristeza de la familia que ha de aguantar a semejante elemento

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