Los profesores se quejan de que los alumnos están demasiado consentidos por parte de sus padres y, como lo tienen casi todo hecho, no se esfuerzan en estudiar. Los alumnos se quejan de que los profesores no ponen demasiadas ganas en enseñar, pues hagan lo que hagan (me refiero a los alumnos), aprueban igual y pasan de curso. Los padres se quejan de que las posibilidades de éxito de sus hijos son muy bajas con tan desastroso sistema de enseñanza. ¿No podriamos volver para atrás?
Cuando era joven en cuarto y en sexto de bachillerato, una gente externa te evaluaba (se llamaba reválida) y si no aprobabas tenías que repetir. Todas las partes se implicaban para que esto no pasase. Actualmente con nuestro sistema hiperprotector de alumnos lo que interesa al sistema es que vayan pasando de curso, no que sepan los contenidos. Y, si tienes un alumno semidelincuente con muchos problemas de conducta, pasa antes para que se vaya y deje en paz al pobre "profe".
¿Cambiamos y volvemos para atrás?
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